Buen día a todos Dios les bendiga hoy quiero compartirles un hermoso versículo que sin lugar a duda todos hemos escuchado o leído alguna vez en Mateo 18: 1- 5, nos muestra una conversación de Jesús con los discípulos:
1 En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?
2 Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos,
3 y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
4 Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.
5 Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.
Por mucho tiempo pensaba que se trataba de la inocencia y pureza que tienen los niños puesto que se nos enseña que nosotros debemos tener vestiduras limpias, al igual que nuestra manera de pensar y actuar, sin embargo, gracias a una pequeña niña pude comprender un poco más de ello.
Tengo la bendición de ser maestra y trabajar con niños, una de mis alumnas pequeñas estaba conmigo realizando una actividad de clase, el cielo estaba totalmente negro y nublado la verdad se veía muy imponente y de repente un destello enorme ilumino el cielo y con ello un estruendo inmenso, yo me sobresalte en medida y me dirigí hacia la niña con brazos abiertos para que viniera hacia mí, yo pensando en que debía estar asustada, mi sorpresa fue enorme al ver que ella continuaba como si nada hubiera pasado, estaba maravillada, la verdad no contuve la intriga y le pregunte: ¿porque no estas asustada? Ese trueno dio mucho miedo, ella continuó coloreando y me contesto: No, Jesús, aunque está en cielo el me cuida, durante este trueno el me cuida, cuando duermo, el me cuida, en mi escuela también me cuida. Es por eso que yo no tengo miedo; él está conmigo no tengo nada que temer.
Nunca en mi vida me había quedado sin palabras, realmente fue una llamada de atención inmensa e inmediatamente me vino a mi mente el versículo: ˂˂De cierto os digo, que, si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. ˃˃
Esto no solo se refería a ser puro o inocente, es más que eso, un niño sin dudar confía, cree aunque no pueda ver alguna cosa, y esto me hace preguntar; ¿a que edad dejamos de creer con certeza absoluta, de niños cuando nuestros padres nos decían: ˂˂salta yo te atrapare ˃˃ nosotros saltábamos sin dudarlo? Cuando dejamos de creer plenamente, debemos ser como los niños, creer como ellos para cuando estemos pasando por un valle de oscuridad, aunque no podamos ver sabemos que Cristo está con nosotros, cuando estes pasando por una batalla tener la certeza que Jesús está a tu lado y tú ya eres vencedor, creer que cuando ya no podamos más tienes a alguien que te sostiene y no te deja caer y que te renovará y te dará fuerzas.
Yo desde ese día pido a Dios que me ayude a ser como un niño, a creer, a confiar en él, a no temer a nada que venga porque Dios fue, es y siempre será Dios, él nos ama, nos cuida y protege con la diestra de su mano.