Deuteronomio 11: 10- 12.
Porque a la tierra que estás por entrar y poseer es una tierra que el Señor tu Dios personalmente cuida, sus ojos están sobre él día a día todo el año.
Muchas veces en el caminar cristiano hemos olvidado que Dios aún sigue trabajando. En muchas ocasiones las circunstancias hacen que en medio del camino que tenemos por delante dudemos si Dios continúa operando en nuestras necesidades y peticiones.
¡Y la respuesta es SI!
Se nos olvida que Dios sigue trabajando en nosotros, y como lo dice Filipenses 68:19 “Pues cada día nos lleva en sus brazos”
Hay cosas que nos preparan para lo que Dios tiene para nosotros en el futuro y su palabra dice que él cuida lo que tiene para ti “PERSONALMENTE”, si Dios se ocupa de aquellas promesas que estamos por conocer y hacer nuestras, podemos descansar en que la majestuosa obra en Dios en nuestras vidas serán evidentes para nuestros ojos y las podremos apreciar.
Con seguridad la vida y sus afanes nos hacen olvidar que Dios “no se cansa de trabajar” en nosotros, solo nos prepara para una obra especial, y podemos confirmar en que “él termina lo que empieza”.
Si él inició contigo, con seguridad podemos aferrarnos a la promesa que personalmente Dios se ocupada nuestro futuro, planes y peticiones. Y lo que hemos de alcanzar y poseer solo depende de la confianza que podamos tener en su cuidado y amor por sus hijos.
Dios no se cansa, tal vez somos nosotros los que nos cansamos de creer mientras somos formados y preparados para ver sus planes y promesas.
“Descansemos, Dios sigue trabajando”.